Ana, orientadora laboral, desempeña un papel esencial al guiar a profesionales en la búsqueda de su camino para el talento. No se limita a brindar asesoramiento para encontrar ofertas, redactar un buen currículum vitae o destacar en una entrevista de trabajo. Su apoyo va más allá, acompañando a los profesionales en la exploración de objetivos que reflejen su potencial y motivaciones reales.

En un proyecto anterior, a pesar de ser cómodo profesionalmente, Ana enfrentaba a diario un desafío de conciliación: desplazarse tres días por semana a 70 km le impedía pasar suficiente tiempo con su hijo. Así que no lo pensó dos veces cuando otra organización le ofreció un puesto similar pero cerca de casa. Aunque con un salario ligeramente menor, parecía la solución ideal para ella.

La realidad resultó ser una discrepancia entre las promesas y la ejecución. Ahora estaba más cerca pero la rigidez horaria de esta nueva empresa no facilitaba en absoluto la organización de su vida familiar.

Pese a contar con un elaborado plan de conciliación según se publicitaba contantemente dentro y fuera de la empresa, en la práctica solo se traducía en dos tardes libres a la semana, sin prácticamente posibilidad de elegirlas cada profesional, y compensadas con horas adicionales los demás días. El horario inflexible, de 9.00 a 15.00 y de 16.00 a 19.00, dejaba a Ana sin opciones cuando intentó retrasar 10 minutos, su horario de entrada y salida, para atender a su hijo.

Ya no podía volver a su empresa anterior, pero la negativa de la empresa, sin causa justificada alguna, y a pesar de su supuesta política de conciliación llevó a Ana a buscar otra oportunidad más realista sobre la manera de motivar a sus profesionales.

La suerte le sonrió al encontrar una empresa donde la flexibilidad horaria es una realidad y además completa. En esta nueva organización, además, Ana ha encontrado un ambiente de trabajo mucho más colaborativo y las relaciones en el equipo son inmejorables. 

 

La experiencia de Ana destaca la importancia de cumplir con las promesas y promocionar políticas de conciliación reales. Promocionar políticas de conciliación sin cumplirlas socava la confianza y la fidelización del talento. La integridad en la gestión del talento garantiza equipos comprometidos y satisfechos, fundamentales para el éxito empresarial.