Sol es Diplomada en Relaciones Laborales, tiene un Máster en Prevención de Riesgos Laborales y estudió también un Ciclo Formativo de Grado Medio en Gestión Administrativa, aparte de otra formación complementaria relacionada con la gestión administrativa y de personal. Gracias a esta buena preparación, durante varios años trabajó realizando funciones administrativas, de atención al público y de Recursos Humanos.
Sin embargo, y aunque estas funciones no dejan de satisfacerla, por azares del destino, hace algunos años Sol descubrió su vocación como artesana, trabajando la seda. Al tiempo que desarrollaba un trabajo por cuenta ajena, Sol se fue formando en diferentes técnicas relacionadas con esta práctica, lo que la ha ayudado a ser cada vez más experta. Aunque ella considera que aún le queda mucho por aprender; de hecho, sin dejar de perder su toque tradicional, las técnicas artesanales no dejan de evolucionar con la incorporación de nuevos materiales y estilos. Esto es precisamente lo que a Sol le apasiona de la artesanía.
Este interés por seguir aprendiendo y creando, llevó a Sol a instalar su propio taller en casa. Al principio era solo una afición, pero pronto descubrió que sus diseños despertaban el interés de otras personas. Y Sol empezó a plantearse la posibilidad de crear su propio negocio de artesanía.
Se informó sobre los requisitos para hacerse autónoma y finalmente se inscribió en un curso de Emprendimiento Artesano, que le resultó de gran utilidad para tener una visión global de lo que supone un proyecto comercial de artesanía. De modo que se sentía ya preparada para lanzar su emprendimiento artesano: vendería en ferias y tiendas de artesanía las creaciones que produciría en su pequeño taller doméstico.
Sin embargo, el entusiasmo de Sol se ha visto frenado al descubrir las regulaciones de su comunidad autónoma para dar de alta a nuevos artesanos. Exigen que su taller cumpla con ciertos requisitos de espacio y equipamiento que hoy por hoy para Sol son inviables. Considerando el coste adicional que supondría alquilar un espacio con estos estándares, Sol ha tenido que renunciar, al menos de momento, a poder cumplir su sueño de prosperar como artesana.
La historia de Sol destaca los desafíos que enfrentan muchos emprendedores creativos al intentar convertir su pasión en un negocio rentable, y subraya la necesidad de políticas más flexibles y accesibles para apoyar el espíritu empresarial en el sector artesanal.