Rocío es alicantina, y en su tierra se licenció en Derecho mientras ya comenzaba a trabajar. Porque Rocío siempre ha sido una persona muy activa.
En Barcelona comenzó su carrera como profesional de Recursos Humanos para una compañía del sector químico-farmacéutico, donde poco a poco fue adquiriendo mayores responsabilidades. Durante aquel mismo período, continuó su formación en Inteligencia Emocional y Programación Neurolingüística, y también realizó un Máster de Dirección de Recursos Humanos.
La oportunidad de dirigir el área de Recursos Humanos en una organización dedicada a la investigación fue, sin duda, lo que despertó su inquietud por trabajar en empresas con un propósito claro y que se alineara con sus valores.
Durante la pandemia, y aprovechando un periodo de desempleo, nació su blog personal, “Rocío Pérez. Personas en el trabajo”, donde compartió primero sus experiencias en la búsqueda de empleo, y después algunas reflexiones para conectar con CEOs desde la perspectiva de alguien que puede ayudar con el desarrollo de las personas en sus empresas.
No tardó en encontrar un proyecto aún más inspirador: el de Directora del Área de Personas en un Instituto de Oncología. Rocío no podía sentirse más feliz liderando la transformación cultural de una entidad que venía de un perfil muy administrativo, cuando recibió la dura noticia. La diagnosticaron un cáncer de mama.
Por suerte, Rocío pudo hacer frente a la enfermedad, y sigue celebrando cada día la oportunidad de seguir recuperándose. Sin embargo, no se sintió con fuerzas para retomar su trabajo en el Instituto cuando la invitaron a reincorporarse. Prefirió dedicar sus esfuerzos a colaborar con Endavant Chic@s, una asociación que apoya, acompaña y atiende a personas y familias afectadas por el cáncer de mama.
Con su colaboración a través de redes sociales y charlas sobre la búsqueda de empleo, Rocío proporciona una gran ayuda a mujeres que “se han descolgado del mercado laboral” como consecuencia de la enfermedad.
Y sin dejar de lado esta colaboración, la propia Rocío ha vuelto también al mundo laboral, trabajando con una empresa de servicios de recursos humanos. Inicialmente, como Embajadora de un proyecto para sensibilizar a las organizaciones sobre el impacto del cáncer de mama y dotar a sus profesionales de recursos para reducir factores de riesgo de esta enfermedad.
Recientemente, además, Rocío ha aceptado el rol de Consultora en Responsabilidad Social. Su objetivo: lograr que la diversidad social se incluya en las empresas, facilitando la integración de personas en situación de exclusión social, desde quienes han atravesado una baja por enfermedad de larga duración, hasta víctimas de violencia o personas inmigrantes que vienen a ofrecer su trabajo a nuestro país.
Lo más importante para Rocío es saber que sigue alineada con su propósito, ayudando a que las empresas asuman un rol proactivo en el bienestar social.
La historia de Rocío refleja la importancia de mantenernos fieles a nuestros valores y propósito a lo largo de la vida. Su camino está marcado por una fuerte resiliencia y la voluntad de convertir las experiencias más duras en oportunidades de impacto positivo.