Sandra, una brillante profesional del sector tecnológico, había demostrado su valía en una pyme local de su provincia, Guadalajara. Con una excelente formación y una experiencia sólida en el desarrollo de soluciones, su talento no pasó desapercibido. Una colaboración excepcional con una importante multinacional le abrió las puertas a una oferta de trabajo inesperada, con mejores condiciones y mayores oportunidades de desarrollo profesional. Tras una salida organizada de su empresa anterior para cerrar todos los proyectos en los que participaba, Sandra se incorporó a su nuevo puesto.

Sin embargo, a pesar de los interesantes desafíos que enfrentaba en sus nuevos proyectos, Sandra se encontró con una dificultad recurrente: el trato diario con otros profesionales. Diagnosticada con el Síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista que no afecta su inteligencia racional, pero dificulta su capacidad para relacionarse socialmente. Sandra enfrentaba un nuevo escenario en Madrid. En su equipo en Guadalajara, todos comprendían su forma única de relacionarse, pero ahora en Madrid, tiene que tratar con muchas personas diferentes y a menudo se sienten desconcertados ante el carácter aparentemente extraño de Sandra.

A pesar de las barreras sociales que enfrenta, Sandra sigue aportando una valiosa contribución a los objetivos del equipo. Su perspectiva única y su enfoque detallista proporcionan una nueva dimensión a los proyectos en los que participa. Sin embargo, su capacidad para comunicarse de manera efectiva, suponen con frecuencia, un inconveniente tanto para ella como para sus colegas.

 

La historia de Sandra es un recordatorio de la importancia de sensibilizar al colectivo profesional sobre las dificultades que enfrentan las personas con Síndrome de Asperger y otros trastornos similares. Es crucial recordar que estas personas pueden hacer importantes contribuciones a los objetivos globales, incluso cuando enfrentan dificultades en la interacción social. La inclusión y la comprensión son clave para aprovechar al máximo el potencial de todos los profesionales, independientemente de sus diferencias individuales.